Puntos clave en el protocolo de seguridad de un museo

Los museos son lugares que conservan el patrimonio artístico, no solo de un país, sino del mundo entero, y por esta razón, en muchos casos son objetos invaluables. Así que, no es de extrañar que son estructuras que exigen un cuidadoso protocolo de seguridad que requiere de la asesoría de personal especializado, como el caso de los cerrajeros profesionales y que se basa en algunos puntos clave.

Sistemas de videovigilancia

Los sistemas de videovigilancia son de gran ayuda para reforzar la seguridad de cada rincón de espacios tan amplios como un museo. Por una parte, cumplen una función como elemento disuasorio, porque cualquier persona que tenga planeado cometer algún acto ilegal, como vandalismo o robo, sabe que cualquier movimiento que realice será captado por las cámaras y durante su revisión, son muy elevadas las posibilidades de ser reconocido.

Por otra parte, también están los sistemas basados en Inteligencia Artificial, que permite percibir cualquier conducta inadecuada en tiempo real, de manera que, ante una señal de alarma, el personal de seguridad se pueda acercar al punto indicado por el sistema, y evitar que ocurra cualquier inconveniente.

Dispositivos que resguarden el perímetro

Como su nombre lo indica, se trata de aquellos dispositivos con los cuales es posible detectar posibles intrusiones en una fase temprana, y así poder tomar decisiones para solucionar cualquier posible incidente en tiempo récord.

Algunos dispositivos que ofrecen este beneficio, son muros elevados, vallas de seguridad, sistemas de videovigilancia, sensores de movimiento que han sido diseñados para el área exterior del museo, así provocan un efecto disuasorio las 24 horas del día, reduciendo posibles intrusiones, robos o cualquier tipo de acción vandálica.

Contar con algunos accesos restringidos

Al igual que cualquier otra edificación que ofrezca acceso al público, existen algunos espacios que deben ser solo para personal que labore en el lugar, es decir, personal autorizado, por lo que no pueden entrar los visitantes.

Algunas de estas áreas pueden ser aquellos espacios en los cuales se resguardan documentos importantes del museo y el personal que ahí labora, dinero en metálico y piezas de alto valor, por dar algunos ejemplos. Estos son espacios que requieren de sistemas de control de acceso, para garantizar que solo puedan ingresar quienes estén autorizados y se identifiquen con una tarjeta, un código o el reconocimiento de la huella dactilar.

Máxima seguridad para algunas piezas

En todos los museos existen algunas piezas que son consideradas invaluables, por su elevado valor histórico y el hecho de ser única e imposible de reemplazar, por lo que el museo toma algunas medidas extraordinarias para resguardar estos objetos.

Existen muchas medidas que se aplican en estos casos, como vitrinas elaboradas en vidrios blindados, que son imposibles de romper con herramientas comunes, cerraduras inteligentes que impidan el fácil acceso a personal no autorizado, sensores que puedan detectar cualquier actividad sospechosa cerca de la vitrina que resguarda la pieza de arte.

Estos son algunos de los puntos clave en el protocolo de seguridad de un museo, para así cumplir con el Real Decreto 620/1987, en el cual se exige a todos los museos estatales seguir una serie de funciones y medidas de seguridad para preservar las obras que resguardan.